El reportaje de boda, sin lugar a dudas, es uno de los trabajos más creativos. Estamos ante un día especial donde el cliente obtiene momentos que quedarán grabados para siempre en su retina, en la mente. Un espacio onírico que siempre se verá fortalecido por el reportaje fotográfico y el vídeo.
Ahí es donde nuestra labor se hace importante. La creatividad, la iluminación y la composición se ponen a nuestra disposición con tal de establecer el marco ideal para la fotografía.
Nuestra perspectiva une viejas y nuevas corrientes. El estilo más barroco y clásico se fusiona con lo minimalista y moderno. Retoque digital que acaba conformando lo que antes se conseguía con pincel y grandes dosis de paciencia.
Las cuatro décadas de nuestro negocio avalan la idea gráfica que hoy tenemos. Todo ello sirve para acercarnos a la perfección en nuestras fotografías. También para que el recuerdo de nuestros clientes sea perenne.
